LE BISTROT VINOS & TAPAS

Merecía la pena la mención en mi blog a este acogedor restaurante, situado en pleno centro de la ciudad de Castellón.

De decoración informal y estilo rústico, recuerda a las tabernas de toda la vida. La vajilla es variopinta, tanto que todos los platos son diferentes en una misma mesa. Como su nombre indica, en barra, paredes y otros lugares podemos encontrar una amplia oferta de vinos. De algunos de ellos te ofrecen la posibilidad de degustarlos por copas.

En horario de mediodía ofrecen menú. Pero nosotros probamos de noche sus tapas, con la filosofía del local: “compartido todo sabe mejor”.

Estos platos fueron los elegidos:

  Ensaladilla ahumada con grisines, reducción de vermuth y aceituna esferificada: parece mentira que un plato tan sencillo como una ensaladilla pueda saber tan diferente a la que podemos hacer en nuestra casa. Ese toque ahumado le da un punto excepcional. El chef nos aconsejó tomarla junto a pequeños traguitos del vermuth rojo, dejando solo para el final la esferificación de aceituna, que nada más meter en la boca, explosionaba dejando en las papilas el inconfundible sabor a aceite y manzanilla.




  Carpaccio de buey, parmesano, portobello, helado de mostaza y mantequilla trufada: a destacar el helado de mostaza. La rúcula se comía el suave sabor del carpaccio. Nos decepcionó un poco este plato.




  Mantequilla trufada con finas tostadas de pan crujiente: en textura de mousse, de exquisito sabor ligeramente dulce. De esto nos quedamos con ganas de más, buenísima.





  Croquetón de jamón y pollo: de sabor inconfundible, una besamel más que perfecta y un rebozado crujiente y nada graso. Sobran los brotes de lechuga, sin ningún tipo de aderezo -a modo de “cama”- que no aportaban nada ni resultaban apetecibles.




  Buñuelo de bacalao con espuma de pimiento de piquillo al Oporto: con saborazo a bacalao, bien caliente y servido en una oblea en forma de cucurucho, con salsa de piquillo en su interior, suave y que combina a la perfección con el sabor salado de este pescado. Al contrario del plato anterior, destaca su estupenda presentación.




  Chupa chups con salsa Rashanout: muslitos de pollo con un rebozado crujiente y una suave mayonesa con sabor a las conocidas especias árabes.




Momento del postre, también para dos:

  Strudel de manzana con helado de vainilla: es un postre tradicional alemán, hecho con masa brick crujiente, templado y relleno de manzana y uvas pasas. El helado de vainilla, lo mejor del postre.





Aquí tenéis una muestra de todos los platos de la carta. Volveremos a probar el resto. Os dejo el enlace a su página web.





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