Tarta de queso estilo "La Viña"
200 g de azúcar
4 huevos M
500 g de queso Philadelphia
200 ml de nata para montar 35% mg
20 g de harina
Preparación:
Es conveniente que todos los
ingredientes estén a temperatura ambiente. En un bol amplio empezamos mezclando
con una batidora de varillas el azúcar con los huevos hasta obtener una masa
densa. A continuación echamos el queso crema. Lo mezclamos primero con una
lengua y después con la misma batidora. Veremos que la masa es muy espesa.
Terminamos con la nata y volvemos a batir. Cuando ya estén todos los
ingredientes integrados, añadimos la harina que tamizamos a través de un
colador y volvemos a batir por última vez.
Precalentamos el horno a 200º unos quince
minutos antes.
Debido a que no lleva base de galleta como la mayoría de tartas de queso, necesitamos papel de horno para desmoldarla con facilidad. Para ello, mojamos levemente una de las caras del papel, justo la que va pegada al molde y ajustamos bien la lámina a la base y paredes del recipiente. Volcamos la masa dentro. Colocamos el recipiente en la bandeja y en la posición más baja del horno.
Horneamos a 200º los primeros 10
minutos. Pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 180º durante 35 minutos
más. Y los últimos 15 minutos pondremos la función aire de nuestro horno
manteniendo los 180º. Podemos prescindir del aire si no tenemos esta función y
mantener los mismos grados y el mismo tiempo hasta el final, que es cuando
cogerá ese tono dorado y caramelizado en la superficie, tan característico de ella.
Al sacarla del horno la tarta bajará
de volumen y temblará por el centro, pareciendo que está cruda. Es normal.
Dejaremos que se atempere durante dos horas. Pasado este tiempo, la tarta coge
cuerpo pero es conveniente que repose un mínimo de otras dos horas más en la
nevera o fuera de ella, antes de desmoldarla. Yo la tuve toda la noche en la
nevera después de las dos primeras horas y al día siguiente estaba perfecta de
textura y sabor.
Notas:
Con razón es la tarta de queso más
rica y fácil. Su nombre procede del restaurante donostiarra del mismo nombre,
el cual la ha hecho famosa.
Podéis acompañarla con cualquier tipo
de mermelada o coulis de frutos rojos. Es una tarta bastante calórica y sola, ya está deliciosa.
Su textura es esponjosa, tipo mousse y nada empalagosa. Todo un placer que os recomiendo.
Su textura es esponjosa, tipo mousse y nada empalagosa. Todo un placer que os recomiendo.
Música: Teatro infinito, de Second
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