Envoltini de pavo con espinacas, nueces y roquefort
4
filetes finos de pechuga de pavo
Medio
puerro
1
calçot o cebolleta
150
g de espinacas frescas
75
g de queso roquefort
Un
puñadito de nueces
Sal
y pimienta
Preparación:
Cortamos
el puerro y el calçot en brunoise y los rehogamos en una sartén con aceite.
Añadimos sal. Cuando estén transparentes, añadimos las espinacas. La manera más
fácil de trocearlas es cogiendo puñaditos y, haciendo una bola con ellas las
cortamos en juliana.
Cuando
las espinacas hayan perdido volumen, añadimos el queso desmenuzado para que se
integre con las verduras mientras se funde. Añadimos las nueces partidas en
trozos grandes, damos unas vueltas y rectificamos de sal en caso necesario.
Reservamos.
Cortamos
unos trozos de papel de aluminio. Ponemos encima de cada lámina de papel el
filete de pavo, a lo largo, lo salpimentamos y lo aplastamos con un rodillo si es muy
grueso. Colocamos el relleno justo en el centro del filete. Envolvemos haciendo un rollito con ambos lados de la carne y nos ayudamos con el papel
para cerrarlo. Apretamos mientras enrollamos y doblamos los extremos hacia
adentro como si hiciésemos un paquete. De esta manera, evitamos que se salgan
los jugos durante la cocción.
Colocamos
los rollitos sobre la bandeja del horno, a 200º en posición intermedia y
durante 25 minutos aproximadamente.
Notas:
Cuidado
al sacarlos del horno y abrirlos porque el vapor quema mucho. Conviene
esperarnos un poco para manipular con tranquilidad. Podemos
acompañarlos de una salsa césar o tzatziki.
Nos
situamos ante un plato en el que domina la carne blanca (pavo) pero con más
concentración de sabor de lo normal por dos motivos: el tipo de cocción (horno)
y el relleno (que posee un ingrediente potente: el queso roquefort). En general
la carne blanca nos permite mucho juego y muchas combinaciones de éxito siempre
que evitemos vinos muy estructurados o excesivamente tánicos. Un vino seco con
suficiente frescura (acidez medio-alta y donde domine la fruta ligera) tanto en
blanco como en tinto puede acompañar perfectamente. Hoy viajamos a Galicia para
buscar esa frescura.
·
Leirana Finca Genoveva 2013
Bodega
Forja do Salnés (Comarca de Salnés, Meaño/Pontevedra)
Estilo:
Blanco con crianza
DO.
Rias Baixas (subzona O Salnés)
U:
100% albariño (12M en fudres usadas de roble francés de 2500l sobre sus lías,
sin bâtonnage)
Precio
Aprox.: 16€
Tª
de Consumo: 8-11ºC
El
viticultor Rodrigo Méndez mantiene con prestigio la historia de una familia que
siempre ha cuidado al máximo sus elaboraciones. A raíz de sus colaboraciones
con el enólogo Raúl Pérez ha desarrollado blancos y tintos de libro, alcanzado
unas calidades incuestionables que le han convertido en una referencia. Finca
Genoveva es un albariño enorme que combina la frescura, verticalidad e
intensidad de un albariño joven y honesto con la complejidad, untuosidad y
volumen de una crianza inteligente y respetuosa con la variedad. Membrillo,
frutas de hueso, manzanilla y elegantes tostados que unidos a una latente salinidad
y un gran equilibrio conforman un blanco de guarda que aconsejo tomar con al
menos dos años de botella.
·
Eidos Ermos tinto 2012
Bodega
Luis Anxo Rodríguez Vázquez (Arnoia/Ourense)
Estilo:
Tinto ligero
DO.
Ribeiro
U:
Brancellao, Caiño, Garnacha
Tintorera, Ferrol
Precio
Aprox.: 11€
Tª
de Consumo: 12-15ºC
Otro elaborador que trabaja y promueve las
variedades autóctonas de su región haciéndola cada vez más grande e
interesante. `Eidos Ermos` es un caudal de fruta, especialmente roja ácida pero
acompañado de balsámicos y hierbas aromáticas (eucalipto, romero), especias,
notas herbáceas y florales (violeta). Su capa media nos adelanta que estamos
ante un vino especialmente fresco, fácil, ligero, mineral y persistente. Un
vino muy expresivo que se acaba antes de empezar la comida.
Música: Stole the Show Feat, de Kygo
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