Croquetas de berenjena

Ingredientes:

1 berenjena

2 cebollas dulces

500 ml de leche entera

30 g de harina

Sal, pimienta y nuez moscada

AOVE o 30 g de mantequilla

Pan rallado

1 huevo

Preparación:

Asamos la berenjena al horno, con piel y un poco de sal y aceite por encima, hasta que la piel no ofrezca resistencia. Reservamos. Cuando esté completamente fría, será muy fácil quitarle la piel simplemente tirando de ella.

Cortamos las cebollas en brunoise y las rehogamos en aceite hasta que caramelicen. Echamos una pizca de sal. Este paso requiere su tiempo ya que una buena cebolla confitada se consigue a fuego lento, en aceite, dejando evaporar los líquidos, dando vueltas de vez en cuando y sin azúcar.

En el último momento agregamos a la cebolla la berenjena cortada en brunoise. Damos unas vueltas. La berenjena, al estar asada, no absorbe aceite. Si aún queda aceite en la sartén, no hará falta añadir más. Si vemos que no hay suficiente, podemos añadir una cucharada sopera de aceite o el equivalente de mantequilla. A mí no me hizo falta. De esta manera no quedan nada grasas.

Rehogamos en la mezcla la harina, dando vueltas sin parar para que esta se cocine y no sepan a harina cruda. Espolvoreamos nuez moscada y pimienta molida. Calentamos la leche y la volcamos de golpe. Seguimos removiendo hasta que la besamel espese, burbujee o se separe de las paredes del recipiente. Probamos el punto de sal y rectificamos en caso necesario.

Volcamos la masa en un recipiente plano y la cubrimos con papel film a piel, es decir, en contacto directo sin dejar aire entre ambos. Dejamos reposar en la nevera un mínimo de tres horas. Cuanto más tiempo repose, mejor.

Batimos un huevo con unas gotas de agua. Preparamos un bol hondo con el pan rallado. Sobre la encimera, espolvoreamos harina y vamos echando porciones de la masa, a las que damos forma con la ayuda de dos cucharas soperas. Boleamos y pasamos por el huevo y el pan en este orden.

Freímos en abundante aceite de oliva caliente y en tandas de cuatro o cinco como mucho para mantener la temperatura de la fritura constante.

Música: Bien por ti, de Viva Suecia