Tarta fina de manzana

Ingredientes:

1 lámina de hojaldre
2 manzanas de textura blanda
Azúcar blanco y moreno
Mantequilla
Mermelada de manzana (o albaricoque)

Preparación:

Empezamos pelando, descorazonando y cortando las manzanas en gajos finos. Los mantenemos con zumo de limón para evitar que se oxiden. Luego no hay que enjuagarlos porque no cogen sabor.

Sacamos la masa de hojaldre de la nevera. Sobre el mismo papel en el que viene envuelta, la aplastamos un poco con un rodillo pero no la pinchamos. Si es rectangular y la queremos redonda, cogemos un plato u otro molde grande circular y marcamos la forma presionando un poco sobre la masa. Lo que sobra del círculo, lo metemos hacia dentro a modo de borde. Si la plancha de hojaldre ya es redonda, dejaremos un poco de masa sin cubrir con manzana para que haga de borde.

Espolvoreamos la masa con un poco de los dos azúcares y unas lascas finas de mantequilla.

Disponemos por encima los gajos de manzana de manera circular y a nuestro gusto. Da igual que se solapen un poco entre ellos. Espolvoreamos de nuevo y generosamente, los dos azúcares. Cortamos trocitos pequeños de mantequilla y los echamos por encima de manera arbitraria.

Precalentamos el horno a 220º con calor arriba y abajo. Ponemos la tarta sobre la rejilla del horno en la posición más baja y solo con calor abajo, durante 5 minutos. Pasado este tiempo, la subimos a la posición intermedia, con calor de nuevo arriba y abajo y la tenemos unos 20 minutos más, a 210°. Vigilad los bordes y si veis que se doran demasiado bajad la temperatura o apagad el horno.

Sacamos y dejamos que se enfríe sobre una rejilla. Quedará súper crujiente al enfriarse. Ponemos dos o tres cucharadas soperas de mermelada en el microondas durante un minuto para que se ablande un poco y la extendemos con una brocha sobre toda la superficie. Esto le dará brillo y sabor. 


Notas:

Para servirla, podemos cubrirla de almendra laminada y espolvorear azúcar glas por encima. 

En lugar de pincelarla con mermelada, también lo podemos hacer con miel o mezclar ambas.

Aguanta crujiente durante todo el día. 

Templada y con una bola de helado de vainilla o de leche merengada, tenéis un postre de invitados de diez.



Música: Ya verás, Funambulista





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