Canelones de berenjena rellenos de pisto con crujiente de queso
2 berenjenas alargadas
2 tomates
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cebolla tierna
1 berenjena
1 calabacín
2 dientes de ajo
Pimienta molida, jengibre, pimentón dulce, hierbas provenzales
Para la besamel:
500 ml de leche
30 g de harina
30 g de mantequilla
1 cebolla
1 clavo de olor
1 hoja de laurel
Nuez moscada, sal, pimienta molida y AOVE
Preparación:
Cortamos la berenjena en láminas muy finas, todo lo finas que podamos (si
tenéis mandolina será perfecto) y las ponemos en un plato llano con sal para
que vayan soltando su agua. Sofreímos un poco los dientes de ajo en láminas e
incorporamos las verduras cortadas en dados pequeños, siendo los tomates lo
último en añadir junto con una pizca de sal y las especias que más os gusten.
Damos unas vueltas y las mantenemos tapadas hasta que prácticamente se evaporen
los jugos. Reservamos.
Metemos las láminas de berenjena un minuto al microondas, sacamos y vemos
si ya las tenemos flexibles para trabajarlas y doblarlas. Disponemos tres
láminas en vertical, solapándose entre ellas aproximadamente un centímetro.
Colocamos el pisto en el centro y doblamos sobre él las láminas, haciendo un
rollito. Disponemos la junta en la parte de abajo para que no se abra y los
colocamos sobre una fuente de horno.
Para hacer
la besamel de manera muy simple y sin grumos, hervimos la leche a fuego suave
con el clavo incrustado en la cebolla y la hoja de laurel. La dejaremos reposar
unos 10 minutos tapada para que se infusionen los sabores.
Mientras, en
otro cazo, fundimos la mantequilla y echamos la harina de golpe, dando vueltas
sin parar para que no se nos queme, durante 2 o 3 minutos. Añadimos la leche,
que colamos previamente y damos vueltas.
Enseguida
veremos que la masa empieza a espesar, sin grumos. Podemos hacerla menos densa, añadiendo en pequeñas cantidades más leche a temperatura ambiente y sin dejar de remover. Una vez tengamos la textura
que nos interese, sacamos del fuego y añadimos la sal, la pimienta y la nuez
moscada (todo opcional, por supuesto y en las cantidades que queramos). Probamos y
rectificamos de sal u otra especia si fuera necesario.
Solo faltará napar los canelones con la besamel y gratinar unos minutos,
bien con queso rallado o, si queremos una presentación más bonita, podemos
hacer un crujiente como el de la foto, de la siguiente manera: en una bandeja
de horno y sobre papel teflón, ponemos unos puñaditos de queso rallado,
separados unos de otros para que no se peguen entre ellos. Los horneamos a
180º, con temperatura arriba y abajo y vigilando porque se queman enseguida.
Cuando veamos que las puntitas comienzan a dorarse, sacamos la bandeja y
dejamos enfriar sobre la encimera.
Música: Friday I'm in love, de The Cure
Me encanta las berenjenas y creo que me voy a atrever con esta receta. Un abrazo y enhorabuena por este blog en el que las explicaciones son muy claras, lo que demuestra que la persona que lo lleva experimenta antes de dar una receta... además, con buena música y cariño... y se nota... ¡ya lo creo que se nota! Abrazos Comparto en facebook.
ResponderEliminarMuchas gracias, Dominique. Me alegra mucho verte por aquí... Ya sabes, cualquier cosa me cuentas. Un beso enorme y ¡mucha suerte con tu próximo proyecto!
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